Pidiendo por el descanso de sus almas y condenando todo hecho de violencia, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda oficio esta mañana una misa de cuerpo de presente para los 18 michoacanos que fueron localizados muertos en una fosa clandestina en Acapulco, Guerrero.
Familiares, amigos, compañeros de trabajo y morelianos en general llenaron la Catedral local desde antes de las 8:00 horas en espera de los féretros provenientes del puerto guerrerense.
Media hora después, uno a uno de los féretros fueron colocados al frente del altar mayor. Cada uno tenía pegada la fotografía de la víctima que descansaba en su interior.
La celebración litúrgica se prolongo más de 40 minutos, tiempo durante el cual el Arzobispo pidió por las víctimas y sus familiares.
Además, solicitó a las autoridades federales y estatales se haga justicia y detener la criminalidad en el país.
"Que la muerte injusta de estos hermanos sea la semilla para que México pare con tanto muerte y sangre", dijo.
Tras la celebración de la misa, el cortejo fúnebre salió por la avenida Madero hacia la funeraria donde los 18 michoacanos serán velados.
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