Los contrabandistas de armas a México que era rastreados por la a Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), pudieron ser informantes pagados por la DEA y el FBI con dinero del erario, denunció hoy el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara Baja, Darrell Issa.
En una carta al procurador general Eric Holder, Issa y el senador republicano por Iowa, Charless Grassley, expresaron su preocupación por el involucramiento de la DEA y el FBI, incluida la posibilidad de que sabían y trabajaban con sospechosos de Rápido y Furioso.
“Tenemos indicaciones de varias fuentes de que algunos de los principales contrabandistas que la ATF quería investigar, ya eran conocidos por otras agencias y pudieron haber sido pagados como informantes”, señalaron ambos republicanos en la carta.
“La evidencia que hemos obtenido abre la preocupante posibilidad de que el Departamento de Justicia no sólo permitió a criminales contrabandear armas, sino que dinero de los contribuyentes de otras agencias pudieron haber financiado tales actividades”, apuntaron.
El papel de la Administración Federal Antidrogas (DEA) y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) fue corroborado al Comité por el director en funciones de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), Kenneth Melson, en un testimonio confidencial ofrecido el lunes pasado.
Después de enterarse del posible papel de la DEA y del FBI, Melson reportó la información al inspector general en funciones en abril pasado, así como al subprocurador James Cole el pasado 16 de junio.
En su testimonio ante el Comité, Melson desmintió las filtraciones de prensa de que estaba siendo presionado para renunciar a la ATF; sin embargo, los legisladores dijeron que en ese momento sí se le pidió dimitir de su cargo.
Issa y Grassley señalaron no obstante que Melson no goza ya de las protecciones que disponen funcionarios de carrera, por lo que sería inapropiado que el Departamento de Justicia tome acción contra él a menos que se confirme un director permanente en la ATF.
El mes pasado, durante una audiencia del Comité de Supervisión, Melson fue identificado como el alto funcionario que recibía informes semanales del curso de “Rápido y Furioso”.
En total, la operación Rápido y Furioso permitió el trasiego ilegal a México de más de dos mil rifles de asalto y 50 rifles tipo francotirador, además de miles de municiones.
Sin embargo, un reporte del Comité señaló que a pesar de que la ATF elaboró bancos de datos de las armas que fueron contrabandeadas, la operación nunca estuvo cerca de realizar detenciones.
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