NARCOCULTURA

domingo, 28 de noviembre de 2010

Cae en Morelos célula de los Beltrán Leyva

 Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional detuvo en Jiutepec, Morelos, a ocho personas, entre los que hay tres presuntos integrantes de la organización delictiva de los hermanos Beltrán Leyva. 
Efectivos de la 24 zona militar catearon domicilios y centros nocturnos en busca de Julio de Jesús Radilla Hernández o Julio Jesús Padilla Hernández, "El Negro", identificado por las fuerzas castrenses como el supuesto jefe de una célula de los hermanos Beltrán Leyva, cuyo grupo de reclutamiento considera a menores de edad. 
La madrugada de ayer, los militares tomaron por asalto dos centros de table-dance, ubicados sobre la carretera federal Cuernavaca-Cuautla, y en uno de ellos, situado en el municipio de Jiutepec, zona conurbada de Cuernavaca, se encontraba Julio de Jesús, pero logró fugarse tras el escudo de fuego que montaron sus sicarios, informaron mandos castrenses responsables del operativo. 
En techos y paredes del centro nocturno quedaron los impactos de bala, que de acuerdo con los militares, fueron disparados por los sicarios del narcotráfico para proteger la fuga de su jefe. 
En este lugar, situado en el cinturón de la zona roja de Cuernavaca, fueron detenidas ocho personas, entre ellas dos mujeres, aunque sólo tres hombres fueron vinculados a la red delictiva. Los tres registraban golpes contusos en el rostro y caminaban con dificultad. 
Uno de los aprehendidos, Gabriel Francisco Ochoa Escobar, dijo a los militares, en presencia de la prensa, que el grupo había matado a por lo menos 100 personas; personalmente se adjudicó la muerte de un sujeto en el interior de un domicilio donde lo ahorcó. Ochoa Escobar es considerado por las fuerzas castrenses como uno de los principales lugartenientes de Julio de Jesús. 
Con los detenidos, entre los que se encuentran gerentes de dos negocios nocturnos, fueron exhibidos a la prensa un rifle de asalto R-15 con seis cargadores y 110 cartuchos para el mismo calibre, dos pistolas calibre 45 y 9 milímetros, un envoltorio con yerba verde, al parecer mariguana, y una camisola del Ejército mexicano. 
Eduardo Morales Cruz, otro de los capturados, dijo que el grupo tenía la orden de levantar a secuestradores, violadores y rateros para después entregarlos a otro grupo delictivo. Dos de los tres supuestos integrantes del crimen organizado tenían en su mano derecha un tatuaje de bola ocho para juego de billar. Según los mandos castrenses esa marca les permitía evitar ser detenidos por la policía preventiva local. 
El grupo irrumpió en la opinión pública tras la difusión de videos en internet que revelaba la forma en que este grupo criminal torturaba y degollaba a sus víctimas. Entre los delincuentes aparece un menor de 12 años de edad. 


GRUPO CRIMINAL Los militares señalan a Radilla Hernández y su grupo como herederos del Cártel del Pacífico Sur en el estado de Morelos y responsables de perpetrar parte de los 322 crímenes violentos que se han registrado en lo que va del año, entre ellos los hombres desmembrados y colgados en puentes viales de Cuernavaca.

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