Aunque aclaró que todavía no hay un móvil concreto por el asesinato de 14 personas en Ciudad Juárez, el procurador de Chihuahua, Carlos Manuel Salas, dijo que es muy probable que la banda de “Los Aztecas” esté detrás de la masacre.
La dependencia aclaró que siguen indagando, pero que una de las líneas de investigación sobre la masacre “establece que la persona sobre quien fue dirigido el ataque le apodan el ‘Mouse’ o “El ratón’, quien al parecer resultó herido de bala y está desaparecido”.
De acuerdo con el testimonio de los sobrevivientes, un grupo de sicarios arribó a una fiesta en la colonia Horizontes del Sur y preguntó por “El Ratón”, pero como ninguno dijo conocerlo uno de los hombres armados dijo: “Ah, ¿no van a hablar? Denles a todos”.
El procurador informó que en el lugar fueron encontraron más de 70 casquillos calibre 7.62 X 39 (cuerno de Chivo) y .223 (R15).
Los sicarios iban con vestimenta tipo cholo, lo que de acuerdo con Salas hace suponer que pertenecían a la banda de “Los Aztecas”. Esa banda está aliada con “La Línea”, el brazo armado del cártel de Juárez, que de acuerdo con la Policía Federal, está a punto de ser extinguido.
Lloran a sus muertos
Las víctimas de la masacre en Ciudad Juárez fueron entregadas a sus familiares para ser veladas. Desde la mañana de ayer comenzaron a llegar los ataúdes de seis mujeres y ocho hombres a la funeraria “Ríos”, ubicada en el Centro.
Después los cuerpos de 10 personas fueron llevados a sus casas para ser velados; los otros cuatro fueron trasladados a la Iglesia de El Señor de los Milagros, ubicada en el barrio Riveras del Bravo.
En la ceremonia religiosa estuvieron familiares, amigos y vecinos que se congregaron para expresar su indignación por la matanza de jóvenes.
“Lo que está pasando aquí ya no puede estar pasando, hoy son ellos . ¿Mañana quién? Es gente inocente la que se está muriendo, que no tiene la culpa”, dijo Miriam, hermana de dos de los jóvenes asesinados.
Un hombre que perdió a su esposa y a una de sus primas dijo que a las autoridades “no se les puede pedir nada, porque no hacen nada”.
A pocos metros del templo familiares y amigos se reunieron para darle el último adiós a Luis Ángel Chavira López, de 20 años. Cerca de ahí la familia de Claudia Aylín Camargo Aguilar, de 13 años, también la despedía mientras otro familiar pintaba una en memoria de la niña.
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