NARCOCULTURA

sábado, 1 de enero de 2011

La Familia se quedó sin dinero

El gobierno federal aseguró que tras la muerte de Nazario Moreno, El Chayo, uno de los dos jefes máximos de La FamiliaMichoacana, existe desorganización en ese grupo criminal y diversas plazas han quedado aisladas, como en la región de Lázaro Cárdenas y zonas cercanas, donde se dejó de pagar al personal delictivo.
Lo anterior se desprende de trabajos de inteligencia luego de un operativo conjunto en el que las secretarías de Seguridad Pública, Defensa y Marina capturaron a Francisco López Villanueva, El Bigotes, presunto jefe de plaza en la población de La Mira, Michoacán.
Luis Cárdenas Palomino, jefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal, dijo que La Familia se encuentra “prácticamente desarticulada” y sólo quedan líderes de algunas células que “están próximos a ser detenidos”.
En conferencia de prensa, comentó que la crisis del grupo criminal ha llegado a tal punto que tiene problemas para reunir fondos que le permitan pagar al personal de sus células operativas.
Añadió que integrantes de la organización realizan acciones que incluyen en la última semana el robo de vehículos, comercios y a instituciones bancarias.
Respecto a El Bigotes, quien fue capturado con cuatro encargados de brindarle seguridad, Cárdenas Palomino indicó que es presunto responsable de diversos ilícitos y ataques perpetrados en meses recientes contra autoridades federales.
El detenido se encontraba al servicio de los líderes de La Familia Jesús Méndez Vargas, El Chango, y Nazario Moreno González, El Chayo, quien murió durante un operativo el 9 de diciembre.
Según reportes de inteligencia, El Bigotes trabajó de 2006 a 2008 para Los Zetas, después de ganar la confianza de su jefe, El Comandante Ostión, y realizó el trasiego de mariguana que envió a las zonas fronterizas de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
En sus declaraciones, dijo que a finales de 2006 asistió a una fiesta en Valle Hermoso, Tamaulipas, donde conoció a Miguel Treviño Morales, El 40, uno de los líderes de Los Zetas, y a Omar Treviño Morales, El 42.
Señaló que entre Los Zetas y La Familia había un acuerdo para atacar al cártel de los Beltrán Leyva en el estado de Guerrero.
“A cambio, La Familia Michoacana permitiría el libre paso de droga de Los Zetas en el puerto de Lázaro Cárdenas; pero después de los abusos que realizaron los miembros del grupo de sicarios retomó el control de la plaza y rompió con ellos”, informó Cárdenas Palomino.
Desde 2008, López Villanueva era jefe de plaza, con influencia en el poblado de La Mira, directamente bajo las órdenes de Servando Gómez Martínez, La Tuta, quien lo mantuvo como sicario.
El Bigotes refirió que tenía a su mando un grupo de presuntos homicidas armados, integrados por 12 a 15 sujetos, además de una red organizada de informantes (halcones) para perpetrar secuestros y dedicarse al cobro de extorsiones a comerciantes de piratería, bares, cantinas y narcomenudeo.
Los otros detenidos junto con El Bigotes son Román Sánchez Aguilera, José Manuel Espino Jiménez, Luis David Espino Paniagua y Allende Delgado Ruiz, a quienes se les decomisaron cocaína, cristal, cinco armas largas, dos granadas de fragmentación, dos pistolas, un lanzagranadas calibre 40, dos vehículos y equipo de radiocomunicación.
Por otra parte, Cárdenas Palomino dijo que María Elena, de 13 años, y Jesús Héctor Mendoza Rodríguez, el chofer de un autobús, que murieron el martes en un enfrentamiento en Durango no estaban en la línea de fuego de los agentes federales.
“Lo más probable que las balas que los mataron fueran disparadas por los criminales detenidos”, aunque serán la PGR y la fiscalía están las que determinen lo que ocurrió para deslindar responsabilidades respecto a la muerte de los dos civiles.

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