Gabriela Elizabeth Muñiz Tamez, “La Pelirroja”, de 31 años, fue arrestada el 8 de julio de 2009 y fue líder de una banda de secuestradores que operaba en la región citrícola, además era considerada como peligrosa por la Procuraduría.
La alta peligrosidad era por la forma en que amagaba a los personajes de sus víctimas para obtener sus ganancias.
Se presume, además, que estuvo ligada sentimentalmente a un importante sicario de un grupo de la delincuencia organizada que opera en la entidad.
Pero “La Pelirroja” no siempre estuvo en la delincuencia organizada, de hecho era de clase media, pues su padre es un próspero comerciante de Linares.
Conocidos de la presunta secuestradora recuerdan que a los 20 años "Gaby", como le llamaban sus familiares y allegados, se casó y un año después tuvo un hijo varón. Al año siguiente se divorció.
Una fuente señaló que el padre de Gabriela recibió una llamada telefónica ayer por la mañana de parte de uno de sus hijos, quien le dijo que su familiar estaba sin vida y que sus imágenes estaban siendo difundidas por la televisión.
El comerciante prendió el televisor y quedo abatido al ver que el cadáver de su hija pendía de una soga de un puente peatonal de la avenida Gonzalitos.
Un par de días antes de que desapareciera, un familiar visitó a "Gaby", la vio tranquila y sólo abordaron temas triviales.
El familiar le dijo a Gaby que iniciando el año, su padre, quien la visitaba continuamente, acudiría a verla.
“La Pelirroja”, llamada así porque solía teñirse su corta cabellera, estaba bajo proceso por dos secuestros, pero se le investigaba por una serie de extorsiones en la zona citrícola.
Uno de los secuestros por los que estaba bajo proceso se registró el 25 de junio de 2008. Los plagiarios subieron a la fuerza a su víctima, un comerciante de Allende, a un vehículo y lo mantuvieron cautivo por espacio de cuatro horas.
Durante ese tiempo les llamaron por teléfono a los familiares para exigirles un millón y medio de pesos.
Les hicieron saber que eran miembros del crimen organizado, y que les mandarían partes del cuerpo de su ser querido en caso de no pagar el rescate. Finalmente se pagó la cantidad y la víctima fue liberada.
El 15 de agosto del mismo año, privaron de la libertad al dueño de un restaurante, que era primo de su primera víctima, a cuyos familiares les exigieron tres y medio millones de pesos, bajo las mismas amenazas.
Después de tres horas de cautiverio los delincuentes liberaron al restaurantero, cuando la familia les entregó la mencionada cantidad.
El que a hierro mata a hierro muere Descanse en Paz la pelirroja!
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