Aquí todos tenemos miedo, pero ni a quién acudir, fueron casi tres horas de balaceras, y a pesar de las llamadas de auxilio, la policía no llegó”, coinciden vecinos de la unidad habitacional El Coloso, considerada la más grande de América Latina, donde la noche del lunes, dos grupos de sicarios se enfrentaron.
El choque inició al filo de las 20:30 horas a unos metros de la primaria Hermandad México-Israel y se prolongó dos horas y media, sin que se registraran pérdidas humanas, confirmó el director de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), Fernando Monreal Leyva.
El Coloso está formada por 705 edificios, con 3 mil 280 departamentos, donde habitan más de 16 mil personas.
Ayer, el mando policiaco reconoció que la población se alarmó con la balacera e inició el llamado de auxilio al servicio 066, así como a las diferentes corporaciones policiales, aunque no explicó por qué tardaron en llegar.
Refirió que los vecinos declararon que los sujetos armados se desplazaban en cinco camionetas y, al parecer, la balacera y persecución inició en la carretera Cayaco-Puerto Marqués. Pasado el enfrentamiento, efectivos del Ejército y de la Policía Ministerial implementaron un operativo en busca de los delincuentes.
En un estacionamiento de la unidad encontraron una camioneta sin placas de circulación, que tenía los cristales rotos y presentaba 24 impactos de bala, que se presume fue abandonada por los delincuentes. Tres vehículos más, de los habitantes del lugar, resultaron dañados.
Horas de terror
Centenares de familias se refugiaron en sus habitaciones y gente que caminaba por los jardines se resguardó en el primer departamento que les abrieron cuando comenzó la balacera, señalan víctimas.
Los negocios donde se vende cena, los ciber-cafés, cantinas, farmacias, los sitios de taxis, de inmediato fueron abandonados. Una ama de casa dice que ella quedó atrapada entre la balacera, vio como sujetos armados llegaron en dos camionetas que dejaron en los estacionamientos de la segunda etapa y corrieron hacia uno de los edificios en el sendero Tecpan.
Ahí, los pistoleros le gritaron a los niños que jugaban: ¡Métanse niños, métanse!, las madres corrieron a buscar a sus hijos y los sujetos empezaron a disparar hacia un departamento en el último piso.
La persecución siguió en vehículos y a pie por la avenida Peña Blanca, a la altura del colegio Cri-Crí, en donde se volvió a dar un tercer enfrentamiento. Una señora comentó que los pistoleros se metieron a una vivienda y se llevaron a un joven.
ABANDONADA. En un estacionamiento de la unidad encontraron una camioneta sin placas de circulación
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