NARCOCULTURA

miércoles, 16 de febrero de 2011

Hallan cuerpo torturado y con narcomensaje



Con severas huellas de tortura, con una bolsa de plástico que le cubría la cabeza y con señas evidentes de haber sido privado de la vida mediante el estrangulamiento fue descubierto el cadáver de un aparente integrante del llamado "Cártel de la Familia Michoacana". 
Se trata de un individuo no identificado de entre 30 a 35 años de edad cuyo cuerpo fue localizado entrada la noche del lunes tendido en plena vía pública en la esquina que forman las calles Venustiano Carranza y López Mateos, de la colonia Guadalupe Victoria, en la delegación Mesa de Otay.

La Procuraduría General de Justicia informó que como huellas de violencia física mostraba heridas por quemaduras en el rostro, hematomas por golpes en diversas partes del cuerpo, las manos atadas a la espalda y el o los criminales finalmente le cortaron la existencia estrangulándolo.

En la cabeza tenía amarrada una bolsa de plástico de color negro de las utilizadas para la basura y no se proporciona ninguna característica física del ajusticiado, salvo que como seña particular tenía tatuada la letra "F" en el hombro derecho.

Sin embargo, la dependencia estatal se reservó que los integrantes del crimen organizado le dejaron una cartulina entre las piernas al fallecido con un "narcomensaje" cuyo texto no fue revelado.

Aunque se confió que en el mismo se alude que la víctima pertenecía al llamado "Cártel de la Familia Michoacana", una organización delictiva que ha dado mucho de que hablar en las últimas fechas en Tijuana por la detención de algunos sujetos que se han ostentado como sus integrantes.

Entre éstos destacan tres individuos que recibían droga sintética descrita como "cristal" que llegaba procedente del estado de Michoacán, encubiertas en botellas que supuestamente contenían una bebida tradicional del lugar conocida como "Charanda de Morelia".

Confesaron que recibían cinco kilos de metanfetamina quincenalmente en el Aeropuerto Internacional de Tijuana, misma que luego ingresaban a Estados Unidos y distribuían en la ciudad y la obtenían tras calentar el líquido para evaporarle el alcohol.

Otros sujetos capturados por las autoridades militares y la Policía Estatal Preventiva también han confesado pertenecer a dicha organización criminal y haber arribado a la frontera para contratarse como sicarios en las bandas locales que operan de forma impune en la ciudad.

Retomando el tema inicial, en la escena del crimen se apersonó el agente del Ministerio Público del Fuero Común para llevar a cabo la fe ministerial del cuerpo y disponer el traslado del mismo a la morgue del Servicio Médico Forense para la necropsia de rigor.


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