El cártel de los Zetas efectuó la emboscada en una carretera en la que murió un agente federal estadounidense y otro resultó herido esta semana en México
afirmó el jueves un congresista de Texas.Michael McCaul dijo que el agente especial Jaime Zapata, de 32 años, del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fue asesinado por integrantes de los Zetas.
Ello ocurrió después que un grupo de 10 a 15 hombres armados, que iban en dos vehículos, obligaran a la camioneta Chevrolet Suburban en la que viajaban los agentes a salir de una carretera en el estado mexicano de San Luis Potosí el martes por la tarde, señaló el congresista. El agente Victor Avila del ICE recibió dos disparos en la pierna.
El republicano McCaul, presidente de la subcomisión de la cámara de representantes sobre Seguridad Nacional, Vigilancia e Investigaciones, dijo que los agentes se identificaron como diplomáticos estadounidenses antes que les dispararan.
"Fue una emboscada total", dijo McCaul, quien subrayó que los investigadores recuperaron 90 casquillos del lugar donde fueron atacados los agentes.
McCaul dijo que Zapata y Avila se identificaron como diplomáticos con la "esperanza de que los Zetas respetaran la larga tradición de no ir en contra de oficiales estadounidenses".
"Esto cambia completamente las reglas", agregó. "Ellos están cambiando las reglas".
El legislador dijo que, aunque el motivo del ataque sigue sin conocerse, una cosa es segura: "No es un caso de confusión de identidad".
Las autoridades han dicho que los agentes podrían haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado y que su camioneta es de un tipo muy popular entre los cárteles de las drogas en la zona.
Las autoridades mexicanas investigan el ataque, pero no han anunciado ningún arresto.
"Me parece que probablemente ahora tenemos suficiente inteligencia sobre quién estaba detrás de esto", dijo McCaul. "Así lo parece".
Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional, y el secretario de Justicia Eric Holder conformaron un grupo de trabajo conjunto encabezado por el FBI para ayudar a México a encontrar a los responsables.
Holder dijo el jueves que las autoridades estadounidenses seguirán de cerca la situación de la seguridad en México y realizarán todos los cambios para asegurar que el personal estadounidense cuente con la "máxima protección".
El gobierno mexicano no permite que el personal de seguridad estadounidense porte armas en México. Holder no dijo si Washington piensa pedirle a sus colegas mexicanos que autoricen portar armas a los oficiales de seguridad de Estados Unidos que laboran en territorio mexicano.
McCaul fue un poco más directo.
"Les estamos ayudando, ellos no nos están ayudando", dijo. "Si vamos a poner a nuestros chicos allá, impedir que porten armas los pone justo en el blanco y son el objetivo de los tiros".
Zapata y Avila, ambos originarios de Texas, estaban en un encargo temporal en la oficina adjunta del ICE en la Ciudad de México, e iban manejando desde Monterrey, en el norte de México, a la capital cuando ocurrió el ataque.
Avila trabaja en una unidad contra tráfico de personas y tiene su oficina en El Paso, Texas. Zapata tenía su oficina fuera de Laredo, Texas, y trabajaba en la Unidad de Contrabando y Tráfico de Personas de Seguridad Nacional, así como en el grupo de trabajo de Seguridad y Control Fronterizo. También era integrante de la Patrulla Fronteriza en Yuma, Arizona.
Agentes de la policía y del ICE bloquearon el jueves la entrada a la calle que lleva a la casa de la familia de Zapata en Brownsville, Texas.
Eddie García, vocero de la policía de Brownsville, dijo que el departamento no suele proporcionar esta protección a los familiares de una víctima, pero que esto era apropiado dadas las circunstancias de la muerte.
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