La existencia de los cadáveres se supo tras la detención de cinco sujetos que fueron capturados por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, durante el pasado martes en el municipio de Chapala, en el que también fue detenido el subdirector operativo de dicha municipalidad, Felipe Gómez Romero, por sus nexos con la delincuencia organizada.
Entre el quinteto de detenidos se encuentra Jerónimo Luna Berrios, quien es originario de Morelia, Michoacán, y es quien llevó a los agentes investigadores hasta las fosas clandestinas en donde fueron hallados los cuerpos de tres mujeres y un hombre; todos, en diferentes lugares de Chapala y Ajijic.
El primer lugar visitado fue la brecha conocida como Camino al Jagüey, que se encuentra en la población de San Antonio Tlayacapan, a la altura del kilómetro 3 del libramiento Ajijic–Chapala.
Hasta ese sitio acudió personal de la Policía Investigadora, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y personal de Protección Civil y Bomberos de Chapala, además de peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), quienes aproximadamente a unos 500 metros del ingreso a la brecha y la carretera Ajijjic–Chapala, justo al pie de un árbol encontraron la primera fosa, en donde fueron encontrados los cuerpos de dos mujeres, de quienes presumiblemente se cree que sean dos mujeres que son primas entre sí y que fueron “levantadas” el pasado 28 de septiembre en el cruce del Anillo Periférico y la Avenida Mariano Otero, en Zapopan, y que tendían su domicilio en el fraccionamiento Santa Fe, en Tlajomulco de Zúñiga.
Aproximadamente un kilómetro más adentro del mismo Camino al Jagüey, también junto a un árbol fue encontrado el cuerpo mutilado de otra mujer, en avanzado estado de descomposición, del cual hasta el momento no se tiene dato alguno.
Tras realizar el levantamiento de los indicios, el personal que acudió al primer punto se trasladó hacia Ajijic, justo hasta la calle Galeana a su cruce con Camino a las Antenas, en el fraccionamiento Lago Misión de Ajijic, donde tras un camino de más de un kilómetro cuesta arriba, Luna Berrios llevó a los investigadores hasta el lugar donde se encontraba otro cuerpo también mutilado, pero de un hombre, el cual, dijo, también lo fue a enterrar desde hace poco más de dos meses.
Tras más de 10 horas de trabajo, agentes investigadores, policías estatales y personal del IJCF, junto con su unidad de Laboratorio Móvil Forense se trasladaron hasta Guadalajara.
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