En los precisos momentos en que un comando armado se introducía al bar La Pantera Rosa, agentes federales que hacían su rondín de vigilancia se percataron del hecho, iniciándose una balacera entre ambos grupos, con un saldo de dos presuntos delincuentes muertos, varios lesionados y otros tantos detenidos.
El bar se encuentra en el cruce de la avenida Panamericana y calle Morelia, de la colonia Eréndira, a escasos metros del gimnasio municipal Bertha Chiú, donde se desarrollaba un juego de basquetbol entre los Indios de Juárez y los Guerreros de Gómez Palacio, el cual se canceló ante el pánico de los presentes.
Los primeros datos revelados por la autoridad de manera extraoficial señalaban que uno de los cuerpos de los presuntos maleantes quedó al interior del bar, mientras que un segundo, a unos metros del establecimiento, en plena vía pública.
Se dijo en la escena del crimen, de manera no oficial, en voz de varios agentes federales, que los victimados portaban armas de alto poder, y que investigaban si la intención de los posibles sicarios era ingresar al bar para matar a los presentes o para refugiarse.
Además, se afirmó que habían iniciado una revisión de la huella pericial de balística de dicho armamento, con la intención de comparar si los casquillos percutidos encontrados en la masacre del bar Las Torres corresponden al mismo armamento.
Como se recordará, en el bar Las Torres, ubicado en avenida de las Torres y José Reyes Estrada, perecieron ocho personas, seis mujeres y dos hombres, además de otras dos féminas lesionadas.
Al interior del negocio fueron detenidos varios sujetos, algunos de ellos llevados en unidades blindadas a las instalaciones de la Policía Federal.
Las identidades de los occisos se desconocían de manera oficial, sólo se dijo que sus edades iban de 25 a 30 años.
El hecho provocó pánico entre los vecinos de la colonia Eréndira, quienes dijeron haber escuchado varias ráfagas de armas de alto poder, y ver correr federales por todos lados.
"Algunos se subieron a las azoteas, otros corrían entre los carros, unos más pasaban a toda velocidad arriba de las unidades, había federales por todos lados y por todos los rincones, teníamos mucho miedo", afirmó quien dijo llamarse Alonso, vecino del sector.
Después de varios minutos de escucharse los estruendos de las armas de fuego, el ulular de las sirenas por todos lados, y los colores intensos de las luces de las torretas policiacas, la calma empezó a regresar a la colonia Eréndira.
Cabe destacar que al lugar arribaron agentes de todas las corporaciones policiacas, entre los que destacan elementos del Ejército Mexicano, quienes portaban armas tipo Barrett calibre .50, de las conocidas como "tumba aviones".
Los cadáveres de los victimados fueron llevados por personal del Servicio Médico Forense (Semefo) al Laboratorio de Criminología para practicar la necropsia de ley.
En el lugar del doble homicidio fueron asegurados por agentes investigadores varios vehículos de reciente modelo, entre los que destacan una camioneta Chevrolet Suburban, una Jeep Cherokee y una pick up Chevrolet.
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El bar se encuentra en el cruce de la avenida Panamericana y calle Morelia, de la colonia Eréndira, a escasos metros del gimnasio municipal Bertha Chiú, donde se desarrollaba un juego de basquetbol entre los Indios de Juárez y los Guerreros de Gómez Palacio, el cual se canceló ante el pánico de los presentes.
Los primeros datos revelados por la autoridad de manera extraoficial señalaban que uno de los cuerpos de los presuntos maleantes quedó al interior del bar, mientras que un segundo, a unos metros del establecimiento, en plena vía pública.
Se dijo en la escena del crimen, de manera no oficial, en voz de varios agentes federales, que los victimados portaban armas de alto poder, y que investigaban si la intención de los posibles sicarios era ingresar al bar para matar a los presentes o para refugiarse.
Además, se afirmó que habían iniciado una revisión de la huella pericial de balística de dicho armamento, con la intención de comparar si los casquillos percutidos encontrados en la masacre del bar Las Torres corresponden al mismo armamento.
Como se recordará, en el bar Las Torres, ubicado en avenida de las Torres y José Reyes Estrada, perecieron ocho personas, seis mujeres y dos hombres, además de otras dos féminas lesionadas.
Al interior del negocio fueron detenidos varios sujetos, algunos de ellos llevados en unidades blindadas a las instalaciones de la Policía Federal.
Las identidades de los occisos se desconocían de manera oficial, sólo se dijo que sus edades iban de 25 a 30 años.
El hecho provocó pánico entre los vecinos de la colonia Eréndira, quienes dijeron haber escuchado varias ráfagas de armas de alto poder, y ver correr federales por todos lados.
"Algunos se subieron a las azoteas, otros corrían entre los carros, unos más pasaban a toda velocidad arriba de las unidades, había federales por todos lados y por todos los rincones, teníamos mucho miedo", afirmó quien dijo llamarse Alonso, vecino del sector.
Después de varios minutos de escucharse los estruendos de las armas de fuego, el ulular de las sirenas por todos lados, y los colores intensos de las luces de las torretas policiacas, la calma empezó a regresar a la colonia Eréndira.
Cabe destacar que al lugar arribaron agentes de todas las corporaciones policiacas, entre los que destacan elementos del Ejército Mexicano, quienes portaban armas tipo Barrett calibre .50, de las conocidas como "tumba aviones".
Los cadáveres de los victimados fueron llevados por personal del Servicio Médico Forense (Semefo) al Laboratorio de Criminología para practicar la necropsia de ley.
En el lugar del doble homicidio fueron asegurados por agentes investigadores varios vehículos de reciente modelo, entre los que destacan una camioneta Chevrolet Suburban, una Jeep Cherokee y una pick up Chevrolet.
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