NARCOCULTURA

jueves, 6 de enero de 2011

Eran principiantes los secuestradores de León





Agentes ministeriales detuvieron a dos presuntos plagiarios y asesinos de un comerciante leonés, a quien después de privarlo de la vida, descuartizaron con un serrucho con la intensión de deshacerse del cuerpo mismo que sería quemado y tirado en varios puntos de la entidad.
Según el subprocurador de Investigación Especializada, César Augusto Gasca Toledo, otros 6 presuntos participantes están plenamente identificados y solo esperan la orden de aprehensión del juez para capturarlos.
Los detenidos al decir del funcionario, eran principiantes en este tipo de delitos porque no pertenecen a ninguna célula del crimen organizado, dejaron el cuerpo descuartizado en bolsas en un camino que conduce a la Colonia Huertas de Medina en la ciudad de León, cerca de una compuerta del camino a Saltillo, a un lado de un contenedor de gasolina.
La muerte del secuestrado derivó de que reconoció a uno de sus captores y le reclamó el secuestro, por lo que el plagiario le disparó en la cabeza y al día siguiente lo descuartizaron, aunque las negociaciones para el rescate continuaban.
Los detenidos responden al nombre de Othón Castillo Sánchez, alias “el Tony” de 43 años de edad y Roberto Rodríguez Guillén, alias “el Compadre” de 44 años de edad ambos domiciliados en las colonias Betania y Cerrito de Jerez, respectivamente.
Gasca Toledo, informó que los hechos ocurrieron hace 16 días, el 21 de diciembre del año pasado, cuando los plagiarios levantaron al comerciante del que se reservó el nombre, en una tienda de su propiedad en la ciudad de León, alrededor de las 23:30 de la noche.
Posteriormente fue envuelto en una alfombra y trasladado a un domicilio de uno de los secuestradores ubicado en el rancho los Naranjos en la misma ciudad, donde lo tuvieron cautivo.
De las declaraciones de los detenidos, dijo el subprocurador, se desprende que durante la noche buena, “uno de los probables responsables empezó a platicar con la víctima que aunque estaba cubierto de la cara con cinta tipo industrial, atado de los pies y esposado, logró reconocerlo por la voz y le dijo que porque le hacían eso si él no les había hecho nada”.
El sujeto al verse descubierto le pidió a otro de sus cómplices un arma de fuego diciéndole que “esos errores de pagaban caro y le disparo en la cabeza”.
El 25 de diciembre los plagiaros se reunieron a las 12 del día como habían convenido una noche antes para descuartizar a la víctima con un serrucho y una vez desmembrado lo colocaron en bolsas de plástico y lo metieron a un refrigerador con el propósito de tirarlo días después.
El 27 del mismo mes subieron las bolsas a una camioneta para irlo a tirar y quemar, “pero se pusieron nerviosos y dejaron abandonado el cuerpo desmembrado y la gasolina, mismos que fueron asegurados por los agentes”, precisó.
Además de la detención los ministeriales decomisaron tres automóviles y tres armas de fuego de diversos calibres.


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